Saludable a más no poder y con menos calorias que un trago de aire, he aquí esta original receta, perfecta para cenas ligeras en estas noches de calor veraniego e incluso para llevar a la playa y acompañar con pan de pita o de centeno.
Utilizaremos "cúrcuma", especia para algunos desconocida ya que es de reciente incorporación en los supermercados de nuestro país. Se caracteriza por su inconfundible color amarillo (que personalmente me recuerda al color del albero) y por sus propiedades antiinflamatorias, haciéndola muy recomendable para aquellas personas que sufren artritis. Además es muy útil cuando se tienen problemas digestivos (digestiones lentas, gases, exceso o falta de ácidos gástricos, etc)
4 zanahorias medianas
2 aguacates maduros
1 diente de ajo
1 cucharada sopera de cúrcuma
1 cucharada sopera de jengibre
el zumo de medio limón
sal
Pelar y triturar las zanahorias con la batidora, robot de cocina o lo que cada uno utilice.
Añadir la cúrcuma, el jengibre y el ajo (triturado o machacado en el mortero).
Incorporar los aguacates. Desmenuzar y mezclarlo con un tenedor.
Agregar el zumo de limón y un poquito de sal. Mezclar bien todo.
Reservar en el frigorífico un par de horas para que la mezcla coja sabor.
Untar en pan y disfrutar de su original sabor.
*La cúrcuma y el jengibre se venden en los supermercados en la sección de "especias".
No hay comentarios:
Publicar un comentario