Acabo de llegar de Francia alucinando una vez más, como no en mi caso, con su repostería.
Entre los nuevos descubrimientos que he podido hacer se encuentra esta tarta que se elabora horneando en un molde cerezas bañadas en una masa líquida parecida a la de los crepes.
Yo he optado por hacer clafoutis individuales utilizando el molde de silicona para magdalenas. Podéis hacerla así o de la manera tradicional utilizando un molde para tartas.
400 gr. de cerezas lavadas y con hueso
140 gr. de azúcar
4 huevos
80 gr. harina
250 ml. de leche
60 gr. mantequilla fundida
1 pizca de sal
un poco de esencia de vainilla
azúcar glasé para espolvorear
Lavar las cerezas y retirar los rabitos. Ponerlas en un cuenco y espolvorear con 40 gr. del azúcar.
En otro cuenco, mezclar los huevos con el resto del azúcar y batir. Ir añadiendo poco a poco la harina, la leche, la mitad de la mantequilla fundida, la vainilla y la sal. Batir todo y dejar reposar la masa media hora.
Precalentar el horno a 180º.
En un molde de silicona a poder ser, vertemos las cerezas y a continuación la masa. Repartimos la mantequilla restante por encima.
Horneamos de 30 a 40 minutos.
Sacar del horno y dejar entibiar unos 15 minutos. Espolvorear con el azúcar glasé y servir tibia o fría.
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